Archisílabos

Algunos hablantes tienden a engordar las frases con expresiones ampulosas, pomposas y sonoras. Así, es habitual escuchar climatología en lugar de clima, altitud por altura, y citación por la mucho más vulgar cita.

Hace años el profesor Aurelio Arteta definió estas palabras artificialmente sobredimensionadas para que suenen más importantes como archisílabos, y desde entonces denuncia de vez en cuando las actitudes archisilabizadoras de políticos, profesionales y periodistas, entre muchos otros. Por ejemplo, el hombre del tiempo que anticipa en televisión precipitaciones, en vez de anunciar lluvias; el médico que, ante la sintomatología –no síntomas– de un paciente, encarga una analítica en lugar de un simple análisis, o el periodista o político que, en diarios y revistas, se refiere a cumplir la legalidad, cuando podría decir perfectamente la ley.

Hay muchísimos más términos archisílabos, y por si necesita reciclar su léxico para ponerse a la moda, no olvide que debe decir caracterización en lugar de característica, peligrosidad en lugar de peligro y argumentación como alternativa archisilábica al común y vulgar argumento. En la misma línea, recuerde elegir llamamiento en vez de llamada, honorabilidad por honor y referente por modelo. No se olvide tampoco de los verbos. Utilice culpabilizar en vez de culpar, visionar por ver, inicializar por iniciar, y en lugar del aburrido abrir utilice el mucho más complejo y pretencioso aperturar. Y ante la duda, ya sabe, siempre lo más largo y complicado.

Fuente: Muy Interesante.

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