Continúan linchamientos

Santo Domingo.- Una muchedumbre linchó ayer a un presunto delincuente que fue sorprendido robando en una casa de la avenida José Contreras, en el sector La Julia de la capital, el cuarto caso conocido en lo que va del año con consecuencias fatales para el sospechoso, y un fenómeno que según expertos se extiende debido a la sensación de inseguridad que vive la población por el incremento de la delincuencia y la debilidad de la justicia. Más...

Cyd: El ladronsillo deambula por las calles en busca de su victima, la encuentra, ataca y como ladronsillo al fín comete algún error que permite su captura. La multitud se concentra de inmediato al rededor del cazador cazado y arremente contra este con todo lo que tiene. El peaton, el estudiante, el chofer, cada quién desahoga sus frustraciones golpeando al ladronsillo. Frustración de la que este delincuentillo no tiene la menor culpa (casi), pero estaba ahí en medio haciendo algo malo que todos odiamos y... hay que darle por eso, ya que al otro no le podemos dar o no nos da la gana darle.

El otro es el ladronsón, que jamás agredería a una indefensa mujer que camina por las calles despojándola de su cartera, porque lo de el es robar en masa. Todas las carteras de hombres y mujeres en un solo movimiento y va más allá. Es casi igual de torpe que el ladronsillo porque también comete un herror que permite descubrir su robo, o talvez no le importa ser descubierto porque tiene la certeza de que nada le pasará e igual la gente alzará banderas en su nombre y votará por el en las elecciones.

Al ladronsón no le pasa nada, roba más haciendo peor daño que el ladronsillo, con la diferencia que a este la gente no le da la gana de perseguirle para darle su bien merecida paliza. Es entonces, analizando esto, que noto dos detalles importantes de nuestra cultura, idiosincracia o lo que sea.

a. Un grupo es tan bestia que no nota la diferencia (agravio) entre el ladronsillo y el ladronsón.

b. Otro grupo es tan hipócrita que pretende demostrar su desaprobación a lo mal hecho golpeando al ladronsillo, pero se descubre su hipocresía cuando ignora lo que hace el ladronsón.

Quisiera escribir tantas otras cosas sobre este tema tan bochornoso, por ahora concluiré diciendo: Palos para todos o para todos.