
Conocido también como cuco chaparral, el correcaminos es famoso por la velocidad de su carrera, ya que puede alcanzar los 40 kilómetros por hora, así como por la facilidad con que cambia de dirección o se detiene, para lo cual se sirve de su larga y erecta cola como balancín.
Contrariamente a la imagen amable que se nos ha transmitido de él a través de los dibujos, el correcaminos es un implacable cazador desertícola que mata a picotazos a sus presas hasta hacerlas literalmente papilla. En su dieta diaria incluye pequeños mamíferos, aves y lagartos, aunque su plato preferido son las serpientes. En sus territorios de caza, resulta fácil verle andar con parte del ofidio asomando por su pico, ya que no le cabe entero en el estómago.
Fuente: Muy Interesante
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