
Un cambio brusco en la salinidad del mar –por ejemplo, si se derritieran a la vez todos los glaciares de Groenlandia– provocaría la interrupción de la corriente conocida como circulación termohalina. Esta se produce porque el agua densa y salada se hunde en las profundidades para iniciar un largo viaje submarino por todo el globo y reaparecer en forma de agua cálida y menos densa. Este circuito oceánico es el responsable de las condiciones atmosféricas que gozamos ahora en el planeta; si lo detenemos, estaremos induciendo a cambios drásticos y nocivos en el clima mundial.
F: Muy Interesante.
1 comentario:
es muy bueno enterarnos de esos pequenos datos...
cuantas veces pense y desee que fuera dulce el agua, sin saber lo que pasaria, si fuera asi..
jijiji
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