Mucho se han quejado los usuarios de Linux al tener que pagar por un sistema operativo que no utilizan cada vez que compran un ordenador en cualquier tienda. Este es el caso de Dave Mitchell, un programador que adquirió un portátil de la marca Dell, cuya tradición es la de ofrecer sus ordenadores con el sistema operativo Windows XP Home SP2.
Ni corto ni perezoso, Mitchell reclamó a la compañía estadounidense el precio que había pagado por un programa que hasta el momento no utilizaba, amparándose en el contrato de licencia de usuario final (EULA) que se incluye en cada producto de Microsoft. Una de las cláusulas reza que el programa debe pagarse a partir de su utilización y Mitchell, como es lógico, no lo había estrenado.
En ese caso, Dell se vio obligada a retribuir al programador con 70 euros o 3800 pesos, la devolución del costo del sistema operativo de Microsoft. La segunda compañía del mundo en la venta de ordenadores ha tenido que dar su brazo a torcer.
Veremos si los acólitos de Linux empiezan a rebelarse en masa o si Dell busca alguna estrategia para salir del paso. Sea como sea, los linuxeros han recibido la devolución como un auténtico triunfo.
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