Dime cómo bebes y te diré quién eres

La próxima vez que levante su copa, preste atención, porque la manera en que lo hace puede revelar muchos rasgos de su personalidad

Esto al menos es lo que señala el psicólogo Glenn Wilson, quien se dedicó a investigar el lenguaje corporal de 500 bebedores y llegó a la conclusión de que existen ocho categorías.

A saber: la seductora, la chismosa, el divertido o la divertida, los "calladitos", la distante, el playboy, el "pavo real" y el agresivo.

Según Wilson, la forma en que cada persona sujeta su copa refleja su personalidad.

Quieres saber cual eres tú, pues lee un poco mas .............

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La seductora

En la mayoría de los casos se trata de una mujer que sostiene su vaso con los dedos abiertos y delicadamente apoyados, usando este gesto de manera provocativa.

En muchas ocasiones coloca la copa sobre su escote, atrayendo la atención a sus atributos físicos y cuando bebe, mira por arriba de la copa, estableciendo contacto visual con su compañero.

A veces, puede acariciar el borde de la copa con un dedo e incluso introducirlo dentro de la bebida y colocárselo más tarde en la boca.

La chismosa

En personaje también suele ser una mujer, que bebe entre un grupo de amigas. Es posible que esté hablando sobre otra gente y quizás criticándola. Ella sostiene su vaso de vino como si fuese un bol y lo utiliza para gesticular y enfatizar su conversación.

Ella tiende a inclinarse sobre su copa, acercándose hacia sus pares para hablar confidencialmente.

Esta persona pertenece a un grupo social cerrado, poco proclive a incluir nuevos miembros, por tanto la aproximación de un extraño no es vista con buenos ojos.

El divertido o la divertida

Esta categoría incluye tanto a hombres como a mujeres. Suelen ser sociables y entretenidos.

Beben tragos cortos, generalmente de una botella, para no perderse la oportunidad de participar en la conversación.

Esta clase de persona siempre se alegra ante la posibilidad de ampliar su círculo social. La mejor manera de aproximarse a ellos es participar directamente en la conversación y hacerlos reír.

Los calladitos o calladitas


Es por lo general una persona tímida, sometida, que sostiene su copa como si la estuviese protegiendo de algo, como temeroso de que alguien se la vaya a quitar.

Las palmas están escondidas y la copa funciona como una suerte de "muleta social". Nunca terminan su trago, dejando siempre un poquito en caso de emergencia.

La copa siempre es pequeña. A veces beben a través de una pajita o sorbete con el que juguetean y por lo general revuelven el trago entre sorbo y sorbo.

Beben imitando el ritmo de los demás y rara vez toman la iniciativa.

A estos individuos hay que acercarse con cautela, suavidad, quizás con algún halago para estimular la confianza en sí mismos.

La distante

Suele ser una mujer cuyo estilo natural es frío. Está constantemente a la defensiva. Bebe de una copa de vino o un vaso pequeño que coloca delante de sí a modo de barrera, impidiendo cualquier clase de acercamiento.

Acercarse a ella es una pérdida de tiempo, es muy posible que lo rechace.

El playboy

Este hombre es activo y exuda confianza en sí mismo, un seductor al mejor estilo Don Juan.

Utiliza su vaso o botella grande como un elemento fálico, jugando con él de manera sugerente.

Tiende a ser posesivo y puede llegar a ser muy táctil en compañía femenina.

El "pavo real"

Este "pavo real" es consciente de su imagen y bebe cerveza en botella o cidra.

Es seguro de sí mismo y arrogante y sabe marcar su territorio con sus gestos, ocupando la mayor cantidad de espacio posible, por ejemplo, empujando su vaso lejos de su cuerpo y reclinándose hacia atrás en su silla.

Si está bebiendo en compañía de amigos, es probable que no se muestre amigable con extraños a menos que se acerquen para acariciarle el ego.

El agresivo

Suele ser un hombre que prefiere las copas grandes o las botellas, que usa a modo de arma simbólica, gesticulando de forma amenazante.

Uno de esos individuos que cree saberlo todo, parece a primera vista un tanto hostil por lo que dice o las bromas que hace sobre los demás.

Hay que acercarse a él con cuidado, o mejor, no acercarse.

Según Wilson cuando entramos a un bar, la clave está en observar el lenguaje corporal de los presentes, cuyos gestos dicen mucho más de lo que suponemos.

"En gran medida, son gestos inconscientes que reflejan la personalidad de uno y el tipo de relaciones sociales que uno tiene".

Por eso, agrega Wilson, "la próxima vez que usted se encuentre en un bar, no está demás pensar en lo que les está diciendo a los demás, sólo con la manera en que sostiene su copa".

Juntos tras 27 años gracias a Facebook

Las redes sociales hoy día se han convertido en mas que un medio para conocer gente, se han convertido en también negocios lucrativos de publicidad y medios que han permitido ya sea la unión de parejas y mas importante aun medios que han ayudado a familias a encontrar a sus familiares perdidos.

hoy presentamos el caso de una madre británica que pudo reunirse con su hijo 27 años después de que éste fuera "secuestrado" por su progenitor.

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El hecho ocurrió gracias a que un familiar encontró al joven en la red social Facebook.

Según explica Avril Grube, de 62 años, en 1982 la justicia le dio la custodia de su hijo Gavin Paros, tras divorciarse del padre de éste, de origen húngaro.

Durante una de las visitas a las que tenía derecho, el padre se llevó al niño a Hungría y desde entonces Grube no volvió a saber nada más de su hijo.

Tanto ella como su hermana Beryl Wilson intentaron durante años seguir la pista del pequeño, incluso contactando a la embajada húngara y llevando el caso a la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher.

"Dijo que iban al zoológico o a no sé que sitio. Vimos que no volvía y nos enteramos que se lo había llevado a Hungría", explicó Beryl Wilson.

"Mi hermana estaba devastada y su salud se resintió".

En marzo, Wilson introdujo el nombre de su sobrino en un sitio de búsquedas de internet y no podía creerlo cuando apareció el perfil de Facebook del joven, en el que decía haber nacido en Liverpool y nombraba a su madre.

"Estaba tan aliviada. Me llevó 27 años pero nunca me rendí", dijo Wilson.

El joven no había entrado en su perfil desde octubre, por lo que no respondió a los mensajes iniciales. Es por eso que su tía escribió a los hijos de Gavin, que sí respondieron.

Ella le informó de que su hermana le llamaría el domingo siguiente para hablar con la ayuda de un intérprete.

La mujer sufre graves problemas de salud, por lo que su familia cree que "es el momento de que pase tiempo con su hijo".

Gavin, quien cumple 30 años este sábado, está casado y tiene tres hijos. También dice haber intentado rastrear a su familia durante los últimos cinco años.