Moderación
Si comer en exceso es una costumbre en Navidad, beber demasiado alcohol suele ser su acompañante. Los principales efectos de una intoxicación etílica son la deshidratación, el dolor de cabeza y las náuseas, provocados por la subida de los niveles de acidez en el estómago. El malestar puede durar muchas horas. Consumido en exceso, el alcohol altera el sueño y produce efectos tóxicos, de los cuales la resaca es sólo un síntoma.
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• Use el alcohol de modo limitado.
Intente atenerse a los máximos recomendados para las personas sanas: dos copas de vino al día para el hombre y una para la mujer. Si estas cantidades se exceden un poco, hay que circunscribirlo a los días señalados de las fiestas pero no a todo el lapso navideño.
• Alguna gente no debe beber.
Algunos enfermos crónicos relajan el control de sus comidas y bebidas durante las Fiestas. Para evitar complicaciones y descompensaciones de sus enfermedades, deben abstenerse de beber alcohol los hipertensos, diabéticos y transplantados, y las personas con colon irritable, problemas hepáticos o trastornos psiquiátricos, así como insuficiencias cardiaca, pulmonar y renal, o aquellos en tratamiento con diversos fármacos. En todo caso deben consultar con su médico los posibles cambios que pueden hacer en la dieta en estas fechas y seguirlos al pie de la letra.
• Beba poco y acompañado de comidas.
No hace falta abstenerse de las bebidas alcohólicas, siempre que se tomen con moderación y acompañadas de comida, ya que cuanto más lleno esté el estómago más tarda el alcohol en llegar a la sangre y hacer su efecto. Los alimentos con alto aporte calórico y grasas hace más lenta la absorción del alcohol, aunque tampoco hay que excederse con estas “bombas calóricas”.
• Evite el abuso de los “combinados”.
Las mezclas de bebidas alcohólicas, sobre todo acompañadas de bebidas gaseosas, son perjudiciales. Los ácidos carbónicos de los refrescos con burbujas facilitan el paso del alcohol por el cuerpo, acentuando su efecto tóxico y permitiendo que actúe antes.
• Alterne las bebidas alcohólicas con otras sin alcohol.
Puede recurrir a los refrescos, zumos o agua, pero tenga cuidado con las cervezas "sin alcohol", ya que muchas de ellas contienen hasta un 1 por ciento de alcohol, frente al 4 al 5 por ciento de las convencionales.
• Y, por supuesto, ¡Si bebe, no conduzca!
Aún en pequeñas cantidades, el alcohol ejerce un efecto depresor sobre el sistema nervioso, reduciendo la capacidad de conducción y los reflejos y aumentando las probabilidades de un accidente.
Fuente: MSN Latino.
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• Use el alcohol de modo limitado.
Intente atenerse a los máximos recomendados para las personas sanas: dos copas de vino al día para el hombre y una para la mujer. Si estas cantidades se exceden un poco, hay que circunscribirlo a los días señalados de las fiestas pero no a todo el lapso navideño.
• Alguna gente no debe beber.
Algunos enfermos crónicos relajan el control de sus comidas y bebidas durante las Fiestas. Para evitar complicaciones y descompensaciones de sus enfermedades, deben abstenerse de beber alcohol los hipertensos, diabéticos y transplantados, y las personas con colon irritable, problemas hepáticos o trastornos psiquiátricos, así como insuficiencias cardiaca, pulmonar y renal, o aquellos en tratamiento con diversos fármacos. En todo caso deben consultar con su médico los posibles cambios que pueden hacer en la dieta en estas fechas y seguirlos al pie de la letra.
• Beba poco y acompañado de comidas.
No hace falta abstenerse de las bebidas alcohólicas, siempre que se tomen con moderación y acompañadas de comida, ya que cuanto más lleno esté el estómago más tarda el alcohol en llegar a la sangre y hacer su efecto. Los alimentos con alto aporte calórico y grasas hace más lenta la absorción del alcohol, aunque tampoco hay que excederse con estas “bombas calóricas”.
• Evite el abuso de los “combinados”.
Las mezclas de bebidas alcohólicas, sobre todo acompañadas de bebidas gaseosas, son perjudiciales. Los ácidos carbónicos de los refrescos con burbujas facilitan el paso del alcohol por el cuerpo, acentuando su efecto tóxico y permitiendo que actúe antes.
• Alterne las bebidas alcohólicas con otras sin alcohol.
Puede recurrir a los refrescos, zumos o agua, pero tenga cuidado con las cervezas "sin alcohol", ya que muchas de ellas contienen hasta un 1 por ciento de alcohol, frente al 4 al 5 por ciento de las convencionales.
• Y, por supuesto, ¡Si bebe, no conduzca!
Aún en pequeñas cantidades, el alcohol ejerce un efecto depresor sobre el sistema nervioso, reduciendo la capacidad de conducción y los reflejos y aumentando las probabilidades de un accidente.
Fuente: MSN Latino.
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