Los pajaritos, atraídos por el olor dulce del chicle comen los restos tirados en cualquier lugar. El chicle se les pega en el piquito y desesperados intentan sacarlo con sus patitas, pero terminan por morirse sofocados. La naturaleza nos necesita, no te olvides, envuelve el chicle en un papel antes de tirarlo. No cuesta nada...