El pasado miércoles fuí al cine para ver de una vez y por todas "Drag me to Hell", una película de terror que ha recivido muy buenas críticas. Aproveché que era día de especiales ($50 per persona) y fuí a ver si pasaba un buen rato.
Bueno, de la película les puedo decir que no es apta para cardíacos, está bien realizada y la hubiese disfrutado mucho mejor de no haber sido por un coro de barrio que había en la sala haciendo una chercha de cada momento de terror de la película.
Al salir de la sala, (satisfecho con la palícula, no más con la gentuza que no me permitió gozarmela bien) encontramos tremendo ofertón en la pizzería. Oportuno combo de 2 pedasos con refresco por $60 y a comer se ha dicho.
Al salir esa noche sospecha que la iva a pasar bien, pero lo que no imaginaba es que me saldría tan barato, $100 por dos entradas al cine + 120 por dos combos en la pizería, mejor de ahí se daña. Y pensar que en otros momentos he gastado mucho más para disfrutar poco.
Quién imaginaría hacer tanto con sólo $220 pesos.