Todo desastre trae consigo otros sub-desastres, y el caso de Haití ciertamente no será la ecepción. Estamos siendo testigos del desastre tras el terremoto que nos muestran los noticiarios, no sólo la destrucción estructural, si no también el descontrol en esa sociedad ya descontrolada.Cantidad de "mala-gente" se aprovecha del caos para sacar beneficios. Hace poco escuché que varios grupos haitianos se están dedicando a vender lo que están reciviendo en donaciones.
Los desgraciados que se dedican al tráfico de niños también se están aprovechando del caos. Según la UNICEF, cerca de 15 niños han sido raptados.
Oh Dios mío, no quiero ni imaginar que estarán haciendo con ellos.
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