La historia está llena de casos que difícilmente encontraríamos en libros convencionales. Personajes que han construido nuestro mundo se han visto envueltos en situaciones a veces hasta vergonzosas.
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1. La era más dorada de la medicina
En siglos pasados, el oro era recetado como medicina. La gente pudiente masticaba láminas de oro y era añadido a las comidas en forma de polvo, como si fuera un condimento. Por ejemplo, los alquimistas del rey francés Luis XII (1601-1643) le hacían beber gran cantidad de oro líquido para enderezar su maltrecha salud.
2. Un fideo con talento.
En sus primeras incursiones cinematográficas, Archibald Leach fue rechazado en numerosas ocasiones por ser demasiado delgado. Años después fue contratado por 450 dólares semanales y se le cambió el nombre por el de Cary Grant.
3. Bill, el vil cazador.
El famoso Búfalo Bill presumía de haber abatido 4.862 bisontes en una sola temporada de caza.
4. Los Marx, más atómicos aún.
Los hermanos Marx, además de cómicos, fueron unos inventores: patentaron un sistema de alarma de los latidos del corazón para llevar en la muñeca. Y en los años cuarenta, Zeppo cofundó una compañía que construía un componente de los bombarderos destinados a lanzar bombas atómicas sobre Japón.
5. Pancho el amoroso.
El líder revolucionario mexicano Pancho Villa (1878-1923) visitaba hasta 5 novias en un día, según aseguraba su chófer Juan Carlos Caballero.
6. ¡Decid pataaaaaaaataaaaaaaaa!
En las primeras fotografías, las personas tenían que estar quietas hasta 15 minutos para que no salieran movidas. Los fotógrafos de mediados del siglo XIX disponían de unos bastidores especiales para que la gente apoyara la cabeza.
7. Una pareja difícil de separar.
Félix Faure (1841-1899), sexto presidente de la III República francesa, murió mientras fornicaba en un prostíbulo de París. La joven sufrió un terrible shock y se dice que los médicos tuvieron que separarlos de una forma radical: seccionaron quirúrgicamente el pene del presidente.
8. El dictador hormonado.
Para mantener la virilidad de Adolf Hitler, su médico personal, Theodore Morell, le inyectaba un compuesto que contenía hormonas de testículos de animales machacados.
9. El amante acusador.
Una de las crueles excentricidades de Cayo Julio César Calígula consistía en obligar a las mujeres casadas de la corte a mantener relaciones sexuales con él, para luego acusarlas de adulterio e iniciar el divorcio en nombre del mancillado.
Fuente: Muy Interesante.