Científicos de un laboratorio de la universidad holandesa de Radboud han usado mosquitos para distribuir, a través de sus picaduras, una vacuna contra la malaria, como si los mosquitos fueran agujas voladoras.
Los resultados obtenidos fueron asombrosos porque todas las personas que fueron picadas por estos mosquitos se hicieron inmunes a la enfermedad, a diferencia de lo que sucedió en otro grupo cuyos componentes fueron vacunados al modo tradicional.
En este caso, sólo algunos individuos adquirieron la inmunidad, y desarrollaron la malaria cuando se vieron expuestos al parásito más tarde.
Aunque el estudio sólo ha sido una pequeña prueba inicial, y el procedimiento aún no resulta práctico para aplicarlo a gran escala, los resultados obtenidos demuestran que se ha dado un gran paso hacia el desarrollo de una vacuna efectiva contra una de las enfermedades más letales de la Tierra. La malaria mata actualmente a casi un millón de personas al año.
Fuente: Tendencias21
Estudiando al psicópata.
Analizando con resonancia magnética el cerebro de criminales psicópatas condenados por intento de asesinato, homicidio o violación con estrangulación, el profesor Declan Murphy y sus colegas del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres han identificado ciertas diferencias biológicas que podrían explicar este tipo de comportamiento. En concreto, las alteraciones residen en una región del cerebro llamada fascículo uncinado (UF) que une la amígdala, una estructura relacionada con las emociones y el miedo, y la corteza orbitofrontal, que se encarga de tomar decisiones.
“Si en sucesivos estudios con más sujetos estos resultados se confirman”, explica Michael Craig, coautor del estudio que publica la revista Molecular Psychiatry, “estaríamos ante un defecto estructural en el cerebro de los psicópatas, cuyo hallazgo tendría profundas implicaciones para médicos e investigadores, y para el sistema de justicia”.
Fuente: Muy Interesante
“Si en sucesivos estudios con más sujetos estos resultados se confirman”, explica Michael Craig, coautor del estudio que publica la revista Molecular Psychiatry, “estaríamos ante un defecto estructural en el cerebro de los psicópatas, cuyo hallazgo tendría profundas implicaciones para médicos e investigadores, y para el sistema de justicia”.
Fuente: Muy Interesante
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