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1. Escoge bien el punto en donde vas a llevar a cabo el cambio del neumático.
Coloca el vehículo fuera de la carretera en un lugar seguro plano y alejado de la circulación vehicular. (Un lugar plano para que puedas levantar el vehículo con el gato sin temor a que se caiga del mismo)
Trata de colocar el vehículo en una parte recta del camino para que el tráfico pueda verte desde la distancia. (Cambiar un neumático en una curva es, además de torpe muy peligroso)
Enciende las luces de seguridad de tu vehículo. (Estas son las llamadas luces intermitentes amarillas)
2. Extrae las herramientas de tu vehículo.
Extrae la llanta de refacción, el gato y la cruceta.
Para mayor seguridad utiliza guantes y bloqueadores para las llantas del vehículo. (Si no cuentas con estos guantes, no quiere decir que no se pueda cambiar esa llanta)
3. Afloja las tuercas de la llanta ponchada.
Remueve la copa de la llanta (si es necesario)
Utilizando la cruceta empieza a aflojar las tuercas de la llanta. En algunas ocasiones las tuercas están muy apretadas y es difícil aflojarles, en estos casos es posible pararse sobre la cruceta para ayudarse con el peso de su propio cuerpo. Recuerda que las tuercas se aflojan en el sentido opuesto de las manecillas del reloj.
No elimines las tuercas totalmente, sólo aflójalas un poco.
4. Levanta el vehículo.
Consulta el manual de tu vehículo para encontrar el punto exacto donde debe ser posicionado el gato. Normalmente el gato debe colocarse en alguna marca justo detrás de la llanta delantera o justo delante de la llanta trasera. (Si no tienes el manual, solo es cuestión de poner el gato en un punto fuerte del chasis cercano a la llanta que vas a cambiar)
Coloca el gato debajo del vehículo y levántalo hasta que tenga contacto con el vehículo.
Asegúrate que el gato esté posicionado correctamente (firme y en una parte plana)
Levanta el vehículo hasta que la llanta ponchada quede unos 10 o 15 cm por encima del suelo, no te detengas al momento que la llanta deje de tener contacto con el suelo, recuerda que la llanta de refacción está totalmente inflada y requerirá más espacio para instalarla.
5. Remueve la llanta ponchada.
Elimina las tuercas de la llanta.
Jala la llanta directamente hacia ti y colócala donde no te estorbe. (Es recomentable poner esta llanta ponchada debajo del vehículo, justamente al lado del gato, así si el gato se resvala, la llanta dañada sostendrá el vehículo)
6. Coloca la llanta de refacción.
Alinea los orificios del rin de la llanta de refacción con los birlos (tornillos) donde va a ser montada.
Levanta la llanta e inserta todos los birlos en cada uno de los orificios del rin.
Empuja la llanta hasta atrás de manera que ya no pueda empujarse más.
Coloca las tuercas en cada uno de los tornillos, apriétalos sólo lo necesario para mantener la llanta en su lugar.
7. Baja el vehículo.
Baja el vehículo con el gato hasta que todas las llantas tengan contacto con el piso.
Aprieta las tuercas empezando con cualquiera y continuando con la opuesta a ésta, luego otra tuerca y su opuesta, así sucesivamente hasta terminar. (Este es el método recomendable para apretar cada tuerca)
8. Guarda las herramientas.
Coloca la llanta ponchada en el lugar de la llanta de refacción.
Coloca el gato y la cruceta en sus respectivos lugares.
Observa el área de trabajo y asegúrate de no haber dejado nada.
Continúa con tu viaje y tan pronto puedas repara la llanta ponchada hazlo, para que así cuentes con una de repuesto.