En el mundo tenemos automóviles famosos cuyo diseño sería reconocido en casi cualquier rincón del planeta. Uno auto de fama mundial digno de mencionar es el Volskwagen Beetle (escarabajo), famosamente conocido en nuestro país como cepillo. Si acaso este vehículo no es el más famoso del mundo, está muy cerca de serlo.
El Beetle, es un auto identificado por su forma redondeada de escarabajo, es lento y con un diseño poco atractivo para la mayoría. Pero esto nunca impidió que subiera tan alto a lo largo de la historia automotriz.
Por otro lado tenemos al veloz Porsche. A diferencia del Beetle, el Porsche es un vehículo ideado desde sus inicios para la velocidad, esto combinado con los detalles de lujo en su terminación lo convierten en un costoso medio de transporte.
Las diferencias entre el Beetle y el Porsche son obvias y abrumadoras; desde el precio hasta la silueta de su diseño colocan a ambos vehículos en extremos opuestos destinados a sociedades distantes; pero a pesar de estas desconcertantes diferencias, estos autos son hermanos de sangre.
Estos autos son hijos del mismo padre. Ferdinand Porsche (1875-1951) ideó, diseñó y construyó ambos vehículos. Primero empezó con el Volkswagen, (el cual fue construido por encargo de Adolf Hitler), para luego varios años más tarde dedicarse a la fabricación de vehículos deportivos que llevaban como nombre su apellido “Porsche”
Hoy día, las similitudes entre ambos autos distan; pero en el pasado algunos modelos de ambos autos eran muy parecidos. Las siguientes fotografías no me dejan mentir y delatan lo que para algunos es todavía un secreto.
Leyendo la biografía del Dr. Porsche podremos descubrir más hacerca de estos autos y su parentesco familiar. Lo tendré como deuda pendiente para que así también ustedes conoscan mejor su interesante historia.