Durante décadas en Occidente la quimioterapia y la radiación han sido los más exitosos tratamientos para combatir el cáncer, especialmente si se detecta en sus fases iniciales. Pero en China, los médicos han desarrollado una terapia transgénica que reemplaza los genes mutantes y aniquila las células cancerígenas con ayuda de la quimioterapia.
Pacientes de diferentes partes del mundo han viajado al gigante asiático en los últimos años para someterse a la terapia de inyecciones de genes, pues según especialistas cura ciertos tipos de cáncer. En Estados Unidos, la Agencia de Alimentos y Drogas (FDA) no ha aprobado aún este tratamiento, pues considera que todavía está en fase clínica experimental.
En China, el procedimiento de dos meses puede llegar a costar $20,000.
Uno de los pioneros de esta terapia transgénica es el doctor Li Dinggang, quien llega a Miami mañana para dar a conocer en una conferencia este fin de semana los
avances en el campo de la medicina tradicional china, en momentos cuando otros tratamientos que combinan los conocimientos científicos de Occidente y Oriente comienzan a popularizarse en el sur de la Florida.
''La terapia transgénica es muy novedosa y muy promisoria'', afirmó Michel Sadelain, un experto del Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering, en Nueva York. ``Que en China haya pasado las pruebas para conseguir aprobación regulatoria, es un hito internacional''.
El concepto es muy simple: se introduce un gen para reparar o activar un mecanismo que destruye la célula maligna, o para aportarle alguna propiedad que la haga más susceptible a la radiación, explicó Sadelain, quien está afiliado a la Asociación Estadounidense de Terapia Transgénica.
No obstante, el tratamiento ha sufrido reveses en Estados Unidos, donde un paciente falleció durante una prueba clínica en 1999, y otros contrajeron cáncer como resultado de los genes añadidos.
El doctor Dinggang viene a Miami invitado por el oncólogo Marcelo Lam, quien dirige el Grupo de Medicina Clínica Integrada que, como su nombre indica, combina tratamientos de medicina convencional y medicina tradicional china para curar el cáncer.
La práctica de Lam se basa primordialmente en inyectar a los pacientes extractos de Huang Qi o astrágalo (astragalus membranaceus), una hierba china que, según él, produce un incremento en la respuesta defensiva del organismo al aumentar la producción de anticuerpos frente a ciertos antígenos tumorales.
En otras palabras, eleva ''la habilidad natural inmunológica para combatir las células malignas'', explicó Lam, quien sostiene que la hierba se aplica para ``apoyar los tratamientos convencionales disponibles''.
Como se trata de una terapia oriental, la función inmunológica del astrágalo no está comprobada por las autoridades médicas en Estados Unidos.
Sin embargo, en China y otros países asiáticos la quimioterapia siempre va acompañada de una receta de la medicina oriental como Huang Qi o Língzhi (ganoderma lucidum), un hongo rojo de uso milenario rico en antioxidantes, sostuvo Lam.
''Hay muchos medicamentos; son miles'', aseveró el médico que salió de Cuba en 1980.
Precisamente con miras a tender un puente científico entre ambos hemisferios es que Lam invitó al doctor Dinggang, también oncólogo e investigador durante los años 90 en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore. Su presentación será parte del seminario La Práctica de la Medicina Integrativa en América y el Resto del Mundo, que sesionará el próximo viernes y el sábado en el hotel Sheraton Miami Mart.
Lam acompañó a su padre en el lecho de muerte en Cuba en 1976, quien falleció de cáncer prostático en 1976.
''Yo era muy joven cuando eso, y le pregunté por qué no se trataba con medicina china. El me respondió que ya era muy tarde'', recordó Lam, de 48 años. ``Eso me quedó siempre marcado, así que de adulto decidí estudiar medicina tradicional china''.
Fuente: el nuevo herald