Muriendo por el corazón roto


No es simple poesía, en serio puedes morir por la desesperación de un corazon roto. El dolor psicológico por la muerte de un ser querido aumenta el riesgo de muerte.



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Un estudio científico afirma que la gente que sufre la pérdida de un ser querido tiene hasta 20% más riesgo de morir. Expertos afirman que la gente que pierde a su pareja, por ejemplo, a menudo adopta hábitos poco saludables como una dieta insana o tabaquismo. De hecho, afirma el estudio publicado en la revista médica The Lancet, para los viudos (hombres), el mayor riesgo de muerte está relacionado al consumo de alcohol y a la pérdida de su única confidente. Esto se debe a que a menudo es la esposa quien llevaba el control del régimen de salud.



Estudios previos han demostrado que el dolor psicológico puede causar cambios físicos en el cuerpo, ya que las hormonas del estrés pueden trastornar los procesos del organismo.



"Con una persona que ha convivido durante 40 años o más con otra persona, es muy común que al poco tiempo de la pérdida aparezca una enfermedad o alguna muerte súbita", agrega la experta. Por eso este fenómeno afecta con más frecuencia a las personas mayores.



El sufrimiento no es una enfermedad y la mayoría de la gente es capaz de ajustarse a éste sin intervención psicológica profesional. Sin embargo, descubrieron que la pérdida un ser querido puede estar asociada a un mayor riesgo de mortalidad, particularmente en las primeras semanas y meses después de la muerte.



El estudio encontró que los hombres tenían 21% más probabilidad de morir después de la muerte de su esposa. Mientras que las viudas mostraron 17% más riesgo de morir tras la pérdida del esposo. Incluso los hombres que pierden a la mujer también tienen tres veces más probabilidades de suicidarse. Las viudas, sin embargo, no mostraron mayor riesgo de suicidarse.



Otro estudio publicado en 2003 muestra que los padres tienen un mayor riesgo de suicidio tras la muerte de un hijo. Entre más joven es el hijo, el riesgo es mayor y es particularmente alto en los primeros 30 días de duelo.



Esto, afirman, permite llegar a la conclusión de que "la mortalidad por el sufrimiento causado por una pérdida puede atribuirse en gran parte al llamado "corazón roto". Hay factores que incrementan la vulnerabilidad de una persona que sufre un corazón roto, explican los investigadores. Por ejemplo, la circunstancias de la muerte, la forma de aceptar la pérdida y otros factores personales.


Fuente: BBC Mundo.


Los pequeños y el significado de sus dibujos.


Los niños suplen su capacidad de diálogo, su limitado dominio de la palabra con dibujos. Su miedo o su alegría quedan reflejados en cada trazo, en cada color. Saber lo que siente es prioritario para los padres. Descubra cómo ayudarles a superar temores.



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Los niños, a diferencia de los adultos, no saben cómo hacer frente a sus miedos y tampoco cómo superarlos, de ahí que den rienda suelta a sus temores a través de los dibujos y garabatos que dejan sobre el papel.



Los mensajes no verbales traducen lo que se halla oculto en su interior y que desconocen cómo transmitir mediante la palabra. Los italianos Eva Crotti, psicóloga y pedagoga, y Alberto Magni, médico cirujano y psicoterapeuta, han escrito varios libros sobre grafología. En uno de ellos, ”Los miedos de los niños” desvelan cómo podemos descubrirlos a través de sus dibujos.



Los autores del libro aseguran que los padres deben de tener claro que para vencer la angustia de su hijo no sirven argumentos lógicos ni razonamientos, el método infalible es reforzar su personalidad “un lenguaje hecho a su medida”, según Magni.



Los dibujos reflejan siempre las vivencias de quienes los ejecutan, por eso cuando un niño pinta hay que observar los más mínimos detalles: desde cómo el niño sujeta el lápiz hasta la presión que ejerce sobre el papel.



El espacio es también uno de los factores a tener en cuenta: el yo está en el centro y las funciones relacionadas con él se incluyen a la izquierda el pasado, y a la derecha el futuro, la esperanza, la meta.



TRAZOS:


Cuando el niño dibuja con un trazo fuerte demuestra impulsividad, entusiasmo y necesidad de movimiento; mientras que, según los psicólogos, un trazo débil indica una personalidad sensible y un bajo nivel de tolerancia ante las frustraciones, por lo que bastará poco para que se sienta herido.



FORMAS:


Las formas redondeadas demuestran un estado de ánimo afectivo sereno y conciliador; mientras que las formas puntiagudas o quebradas reflejan siempre cautela, resistencia y tensión como consecuencia de una actitud de defensa que, de una manera real o imaginada, amenaza al niño. Representa en el fondo un deseo de autonomía quizá de un niño protegido en exceso.


Fuente: MSN Latino.