¿Recuerdas esto?

Era niño el día que vi esto, ya se imajinarán la tremenda emoción cuando vi a este carro convertirse en submaríno, Waoo.

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Este fué el vehículo que usó James Bond en la décima entrega de su saga "The Spy who loved me" (La espía que me amó) estrenada en 1977. En esta película mostró el poder de la Familia Brocoli para adelantarse a los hechos de la política mundial, y colocar a Bond en plena Guerra Fría, inventando una trama de necesaria cooperación entre el espía inglés y una espía comunista.

Más de la trama.

El robo de dos submarinos de misiles balísticos, uno de la Marina Real Británica y otro de la Armada Soviética, hace que colaboren los mejores agentes de los servicios secretos británico y soviético: James Bond y Anya Amasova (la agente rusa Triple X). El multimillonario y desequilibrado Stromberg piensa destruir a la humanidad y propiciar un nuevo genésis bajo las aguas.

Dícelo y él lo buscará

Mientras Google sigue esperando la masiva aceptación de Android, su sistema operativo móvil, el gigante de las búsquedas en Internet ha lanzado el pasado viernes un nuevo servicio de Búsqueda por Voz para el iPhone. Este nuevo sistema de búsqueda es como el tradicional por digitos, sólo que en vez de digitar podremos decir frente a nuestro micrófono “bill gates”, “linux”, “programacion c”, “tecnología” o cualquier otra frase, y el buscador la tomará como datos y buscará por ti.

Preparación intelectual Vs Alzheimer

Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha constatado que la preparación intelectual retrasa la aparición de los síntomas del Alzheimer, en personas que presentan daños cerebrales relacionados con esta enfermedad, como las llamadas placas amiloides. Un estudio llevado a cabo durante cinco años con pacientes con Alzheimer, dementes o no, reveló que aquellas personas que habían pasado más años estudiando conservaban sus habilidades cognitivas, a pesar de sufrir las alteraciones cerebrales relacionadas con esta enfermedad. Según los científicos, los resultados de la investigación suponen la constatación de la existencia de la llamada “reserva cognitiva”, una cualidad que aumentaría la flexibilidad del cerebro ante un daño neuropatológico.