Para las mujeres que lean esto, les sugiero que tengan un poco de paciencia y lleguen hasta el final, antes de explotar de ira o decir este tipo es un idiota o machista, no se queden simplemente en el título, espero poder llegar a explicar mi idea de la manera mas clara posible.
Asumo que el primer pensamiento que cruzará por sus cabezas será: "Esto es tan típico de los hombres, son todos iguales". En especial si quien lee esto es una mujer.
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Hace unos días fue justamente esta frase la que me recordó este tema, sobre el cual había pensado ya hacia tiempo atrás. Lo primero que me dijo la señora que dijo esa frase fue: "y no me diga que usted. se considera la excepción a la regla". La verdad es que no me considero un hombre común, pero sí tengo muchas cosas que comparto con mis congéneres. No soy un mujeriego, ni un loverboy ni mucho menos un gigoló como algunos que conozco, pero tampoco puedo quedar libre de culpa.
¿Qué me puso a pensar en esto?
Hace un par de semanas, mientras estaba con un grupo de amigos sentado en un colmadon o bodega como lo conocen en muchos otros lugares cerca de la universidad escuchando buena música (de entre los pocos sitios que hay en este país donde no pongan música a un volumen tan alto que ni siquiera puedo escuchar mis pensamientos). Me acerqué a pedir algo y casi como por arte de magia comenzaron a aparecer muchas chicas que se acercaban a pedir algo, por un segundo no hice más que observarlas, casi como si estuviera viendo una pasarela de modelos o mejor aun un experimento de investigación femenina. O quizá, como cuando un cazador en la naturaleza escoge su presa y se queda mirándola fijamente.
Cada una tenía su atractivo, de una u otra forma. Casi de inmediato pensé, si tuviera que escoger una, cuál sería. Pensé en una, luego vi a la otra, al final tenía al menos 3 que me parecían atractivas e interesantes, aún así había otras de las que iban y venían que seguían siendo muy atractivas. Obviamente por simple inspección nunca hubiera podido seleccionar apenas una, en ese momento pensé, qué difícil es tener que pensar en sólo una mujer existiendo tantas diferentes y con tantas características.
Posterior a mi reflexión fugazmente pensé también en cuantas veces había visto a mujeres que no sólo eran espléndidas por su cuerpo, sino también por su forma de ser y aún así terminaban enredadas con hombres que las trataban como basura. Otro problema sin solución, que a veces me hacía reflexionar, yo no podría tratarlas así, no se lo merecen y en mi mente creía que yo podría haber sido mucho mejor partido para cualquiera de ellas. Asumo que era algo así como un complejo de súper héroe, que quiere salvar a todo el mundo, pero no puede salvarse a sí mismo.
Hasta allí llegó la reflexión en ese momento, regresé con mis amigos, hablamos de muchos temas y aquél quedó olvidado. Pero aún quedó dando vueltas en mi cabeza, como ese tipo de cosas que la lógica me dice que deben tener solución.
¿Qué nos hace escoger a una mujer o viceversa, qué hace que una mujer escoja un hombre? ¿No les sucede lo mismo a ellas? ¿Es acaso el instinto animal que nos empuja a "cazar" y buscar más presas?
Una frase que he escuchado también a menudo en boca de algunas mujeres es que si los hombres nos fijamos en otra mujer es porque estamos inconformes con la que tenemos y se comienzan a preocupar en cuál ha sido la falla. Muchas veces me han preguntado lo mismo, diciéndome, pero si le he dado de todo. Y es verdad, muchas veces se me hacía incomprensible, recuerdo el caso de alguien que teniendo una esposa muy atractiva, con un buen cuerpo y que le dedicaba su vida a su esposo, él le era infiel con una mujer que era chiquita, fea y nada agradable para la vista de los demás ni siquiera para conversar.
Quizá somos simplemente niños que queremos siempre un "juguete" nuevo, o sentir que aún estamos en capacidad de conquistar a alguien. ¿La respuesta? No tengo idea. ¿Se puede controlar o evitar? Sí y No. Los instintos básicos no se pueden eliminar, pero por algo los humanos "creemos" estar en la punta de la cadena alimenticia, más vale demostrar el por qué.
Mi única reflexión es: Sí, es verdad, hay muchas mujeres y cada una puede volvernos más loco que la otra, pero si ni siquiera podemos dedicarnos a ser feliz con una y hacerla feliz de estar con nosotros,
¿para qué queremos otra?