El senador Barack Obama hizo historia este martes al lograr los delegados suficientes para convertirse en el candidato presidencial demócrata y ser el primer aspirante negro a la Casa Blanca de uno los dos principales partidos, aunque su rival Hillary Clinton todavía no concedió derrota alguna.
La senadora afirmó que no va "a tomar ninguna decisión'' esta noche sobre su futuro político, en un largo discurso tras ganar las primarias en Dakota del Sur y añadió que "en los próximos días'' consultará con los líderes del partido el camino a seguir.
''Son muchos los que han votado por mí, y quiero escuchar sus voces'', dijo Hillary, quien recordó que obtuvo 18 millones de votos y que ganó en estados claves del país.
Por su parte, Obama se alzó victorioso en Montana, según reportes de televisoras estadounidenses.
El senador, que basó su campaña en el "cambio'', alcanzó los 2,118 delegados que necesitaba para presentarse a las elecciones del 4 de noviembre, gracias a los que consiguió en las últimas primaria, y el apoyo que recibió durante el día de los superdelegados, que tienen libertad para votar a quien quieran.
En un discurso adelantado a la prensa, Obama se autoproclamó como candidato: "Esta noche, me encuentro frente a ustedes y les digo que seré el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos''.
El discurso fue divulgado antes de que se conocieran los resultados de Dakota del Sur y Montana, que pusieron fin a una de las más prolongadas batalla de primarias en las filas demócratas, inciada el 3 de enero en Iowa y que dejó al partido profundamente dividido.
Más de una veintena de superdelegados, los máximos responsables y políticos elegidos del partido -que tienen la libertad de votar a quien quieran y de cambiar su voto hasta último momento y representan el 40% de los votos en la convención-, aportaron durante el día un apoyo determinante a Obama.
El senador podría así recibir la investidura de su partido en la convención que se celebrará en Denver (Colorado, oeste), a fines de agosto. Uno de sus principales retos será seducir a los votantes hispanos, que fueron ampliamente favorables a Clinton durante las primarias.
En un gesto simbólico, el discurso de Obama este martes se iba a realizar en St. Paul (Minnesota), donde se celebrará a principios de septiembre la convención republicana.
A pesar de todo, Clinton, que ofrecía un discurso en Nueva York, no parecía dispuesta a admitir derrota alguna, según adelantó su equipo de campaña.
"La senadora Clinton no admitirá su derrota por la nominación esta noche (martes)'', señaló un escueto comunicado de su campaña.
"Para nada'', reiteró por su parte a CNN el director de campaña de la ex primera dama, Terry McAuliffe, al ser consultado sobre versiones de que Clinton podría abandonar la lucha por la nominación demócrata cuando finalicen las últimas primarias.
El que se adelantó a ambos demócratas fue el candidato republicano John McCain, con un discurso desde Nueva Orleans (sur), en el que lanzó todos sus ataques contra Obama.
El veterano senador de 71 años, que tiene garantizada su candidatura desde principios de marzo, arremetió contra el "falso cambio'' que promete Obama y su posición contraria a la aprobación de nuevos acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia.
McCain, ex prisionero de guerra en Vietnam, aprovechó para desmarcarse del actual presidente George W. Bush, al que su rival siempre lo compara, recordando por ejemplo que había "discrepado fuertemente con la actual administración sobre su manejo de la guerra en Irak''.
Según un sondeo de Gallup publicado el martes en el USA Today, Obama aventaja ligeramente a McCain en intención de voto para las presidenciales con 47% contra 44%. Según el mismo instituto, hace un mes la proporción era un 47% para el candidato republicano y 45% para el demócrata.
Pero si la competencia fuera entre Clinton y McCain, la senadora por Nueva York obtiene un 49% contra 43% para el senador por Arizona.
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