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El sistema de navegación por satélite de la UE necesita financiación para sobrevivir… porque tendrá que sobrevivir.
“El contribuyente paga la millonaria factura de Galileo” podría ser uno de los titulares que últimamente le han llamado la atención. Sin embargo, y pese a lo acalorado del debate, la cuestión no es si el proyecto debe financiarse, sino cómo financiarlo.
Si ahora se abandonara Galileo , diez años de arduo trabajo en un sistema que es símbolo de las vertientes política, económica y tecnológica de la Unión se irían al garete. Lo mismo ocurriría con los más de 2 500 millones de euros que hasta momento le ha destinado el sector público, por no hablar de los casi 150 000 puestos de trabajo que ha generado.
Otro de los resultados sería una mayor dependencia de otros sistemas de navegación por satélite, tales como el estadounidense GPS o sus equivalentes ruso o chino. Europa se convertiría en la única potencia mundial privada de este recurso estratégico.
La Comisión Europea habla de tres posibles soluciones:
Financiar con fondos públicos un sistema operativo compuesto por 30 satélites, que supondría un coste de 9 000 a 10 000 millones de euros; acaso la opción más económica a largo plazo (2007-2030), permitiría a Galileo entrar en funcionamiento en 2012.
Financiado por el sector privado, cuyo coste aproximado es de 11 000 a 12 000 millones de euros; el sistema estaría listo en 2014.
Financiar con fondos públicos un sistema limitado a 18 satélites, de un coste comprendido entre 10 000 y 11 000 millones de euros, que entraría en funcionamiento en 2013.
Los sistemas de navegación por satélite permiten al usuario conocer en todo momento su posición exacta. Facilitan los transportes, protegen el medio ambiente y agilizan las operaciones de salvamento. El futuro del sistema propio europeo queda en manos de los Ministros de Transportes de la UE, que tomarán una decisión en junio.
Fuente: Comisión Europea.
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