Haciendo el acostumbrado chequeo rutinario en la red, me topé con el dato de que el tamaño del cerebro no determina la habilidad para aprender. Más bien la distribución de las neuronas y el grado de interacción entre ellas son la razón de las capacidades cognitivas que algunas personas muestran. Ahora entiendo porqué mi amigo Arturo es tan inteligente a pesar de tener una cabeza tamaño normal, y porqué "un fulano por ahí" es tan torpe a pesar de ese cabezón que tiene.
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