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La muerte de la princesa Diana de Gales fue un homicidio ocurrido por los actos imprudentes de Henri Paul, chofer del automóvil en el que viajaban la princesa y Dodi Al Fayed, y que también pereció en el incidente, y de los paparazzi que perseguían el vehículo. Así lo estableció el jurado de una investigación judicial llevada a cabo en el Tribunal Superior de Londres durante casi seis meses, según reportó Jane Barrie de la BBC desde el Tribunal Supremo de Londres.
Descartan teoría del complot
El vehículo Mercedes en el que se desplazaban la princesa y su compañero sentimental se estrelló en el túnel Alma de París, en agosto de 1997, cuando era perseguido por los fotógrafos.
Entre los factores que, según el jurado, contribuyeron a esas trágicas muertes se citan tanto la velocidad que alcanzó el Mercedes como la de los vehículos en los que viajaban los paparazzi, el consumo de alcohol de esa noche por parte del chofer y que los cinturones de seguridad no estaban abrochados.
La misión del jurado era determinar si las muertes de la princesa Diana y Al Fayed habían sido producto de un accidente, un resultado de negligencia o por razones inexplicables.
El magistrado a cargo de la investigación, el juez Scott Baker, le había dado cinco opciones al jurado, entre las que se incluyó la muerte ilegal por negligencia de los paparazzi al perseguir el vehículo de Diana, algo que, según él, equivalía a homicidio culposo.
Otras alternativas eran responsabilizar al chofer del automóvil como a los fotógrafos; llegar a la conclusión de que se trató de un accidente o emitir un veredicto abierto.
El juez también les había explicado que no podían encontrar culpable de "muerte ilegal al duque de Edimburgo (esposo de la reina Isabel II de Inglaterra) o a cualquier otra persona de provocar un accidente planeado".
¿Conspiración?
Baker señaló que el veredicto final satisfizo los criterios de las pruebas penales, más que los criterios civiles. Con lo que enfatizó que los miembros del jurado están seguros de su decisión.
La muerte ilegal de la pareja por la negligencia de Paul y la muerte ilegal por la extrema negligencia de los vehículos que seguían el automóvil de la princesa fueron otras opciones dadas.
Baker indicó que el tribunal "no tenía una pizca de evidencia" de que el duque de Edimburgo había ordenado la muerte de la princesa Diana o que fuese organizado por el M16, los servicios secretos británicos.
Las teorías de conspiración, fomentadas por el padre de Dodi, Mohamed al-Fayed, carecieron de base, según la investigación judicial.
Ante la noticia, Fayed dijo estar "contrariado" por el veredicto.
Durante los casi seis meses que duró la investigación judicial se escucharon los testimonios de más de 250 testigos venidos varios lugares del mundo.
Investigaciones previas, llevadas a cabo tanto por la policía francesa como la británica, habían concluido que las muertes se produjeron en un accidente.
El ex jefe de policía británica, John Stevens, que dirigió la investigación en el Reino Unido, dijo que el veredicto reflejó exactamente lo que había declarado en su informe inicial.
Fuente: BBC Mundo.
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