Locos por Marylin.


Conozca un poco de la fiebre que muchos siguen teniendo con Marylin Monroe.


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Sólo son objetos, pero como si fueran reliquias. La exposición Marilyn y el glamour evoca a la actriz norteamericana muerta en 1962 a través de sus fotos y pertenencias, en buena parte sus vestidos. R. VENTURA MELIÀ, VALENCIA La propietaria de la colección, Maite Mínguez Ricart, declaró ayer en Valencia que comenzó a comprar hace 15 años y que ha ido adquiriendo el material en las subastas, pero que «desde 199 me percaté que hay muchos más compradores que tiran de los precios», de forma que ahora un vestido «puede valer 1 millón».

Ella reconoció que las dos piezas más caras que ha adquirido son el vestido que Marylin Monroe lucía en Luces de candilejas (There´s no bussines like de showbusiness) o una camisa de Pucci. Aunque también reveló que una de sus últimas adquisiciones ha desaparecido, enviada desde Nueva York hace un mes, «no ha llegado».
Ricart posee 224 objetos, entre ellos 24 vestidos de la actriz. Su intención es «tener uno de cada película», aparte algunos que llevó en su vida privada.

Pero ha adquirido un cúmulo de objetos, «unas medicinas que encontraron en la Fox, con su nombre», o un centro que tenía en la mesa del apartamento cuando falleció... O la copia del testamento, que le costó 3 euros. O el guión de Con faldas y a lo loco, con sus notas.

Para Eliseu Climent esta exposición y las conferencias De la Marylin a la Barbie, tratan de analizar «la evolución del erotismo femenino desde los años 50 hasta hoy». En su opinión es la colección más completa de objetos de Marylin Monroe en manos de un particular.

En al exposición se exhiben «diez objetos más que en la que se hizo de Barcelona». Y además se incluyen fotos y documentos privados, como fotos de niña, o de cuando se casó con Jim Dougherty... Algunas fotos de rodaje y fotos con autógrafos de la actriz...que es como comenzó esta coleccionista a tener sus recuerdos. También «una agenda con anotaciones, aunque no sé las iniciales a quien corresponden» y que según ella «los herederos no habían abierto».

Ha adquirido estas cosas en subastas de Sotheby´s o Christie´s, pero también a sus herederos, los Greene. No se ha puesto en contacto con Joe DiMaggio o con los hijos de Arthur Miller, aunque «intenté comprar el anillo que le regaló el jugador de baseball». Pero sí la invitación a su primera boda.

Un vestido de su primera película, A ticket to Tomahawk, otro de Los caballeros las prefieren rubias y como ella misma indicó «el de "La tentación vive arriba", que es de Travilla, pero se hicieron dos, este no se lo puso para la película, puede que sí lo llevara en la sesión de fotos» son claves.

Mínguez piensa seguir adquiriendo objetos de Marylin- como la placa de la tumba, que es la tercera que pusieron- y quiere «abrir un museo, se está estudiando, tal vez en Barcelona». Y Eliseu Climent apuntó «o en Valencia, todo es posible».

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